¿Quién escribió el evangelio según San Juan?

¿Quién escribió el evangelio según San Juan? James Charlesworth dice que fue “el apóstol Tomás.” Ben Witherington cree que fue Lázaro. ¡Y hasta Esther de Boer sostiene que el autor del evangelio según San Juan fue María Magdalena! Muchos otros creen que el autor fue, de hecho, un comité de autores, editores y redactores desconocidos, la comunidad Juanina. El punto de vista tradicional de la iglesia es que este es el “evangelio según San Juan” escrito por Juan el apóstol, que es, el hijo de Zebedeo. ¿Cómo pueden eruditos reconocidos que examinan la misma evidencia llegar a conclusiones tan drásticamente diferentes? Y, ¿Hacia dónde señala realmente la evidencia?

En muchas de las publicaciones en que he revisado la evidencia externa e interna con respecto a la autoría de Juan, he documentado que la iglesia, desde el segundo siglo hasta alrededor de 1790, ha sostenido universalmente que Juan escribió el evangelio que lleva su nombre. Cuando se puso en duda la autoría del evangelio según San Juan, y la marea giró en contra la autoría de Juan, esto ocurrió no porque la evidencia apoyara una respuesta diferente, sino porque en los tiempos de la era de la Iluminación, los eruditos reaccionaban en contra de dogmas eclesiásticos tradicionales y la autoría de Juan vino a ser una las tantas víctimas de la erudición crítica.   

Un dato interno importante del evangelio es que “el discípulo a quien Jesús amaba” (por ejemplo, el autor del evangelio; comparar Juan 21:24 con Juan 21:20-23) es consistentemente puesto en pareja ministerial con el apóstol Pedro (ver Juan 13::23–24; 18:15–16; 20:2–9; 21:1–8, 15–23). Esto claramente apunta al apóstol Juan, ya que es este discípulo quien es consistentemente colocado como pareja de ministerio con Pedro en todos los otros pasajes del Nuevo Testamento (Lucas 5:8–10; 22:8; Hechos 1:13; 3–4; 8:14–25; Gálatas 2:9). También, nótese que Juan el Bautista, quien en los otros evangelios es llamado “Juan el Bautista” o “El Bautista” o “Bautizador,” es simplemente llamado “Juan”en este evangelio, lo cual es posible debido a que el apóstol Juan permanece anónimo. 

Ahora, Witherington (BAR 32/2 [2006]: 24) cree que el autor del evangelio según San Juan no puede ser Juan el hijo de Zebedeo debido a que los hijos de Zebedeo son mencionados en Juan 21:2. Yo respondería que, de hecho, esta referencia disminuye la variedad de candidatos a “el discípulo amado,” quien es mencionado más adelante la misma narrativa (Juan 21:7) y por lo tanto, debe ser uno de los siete discípulos a quienes se nombra en Juan 21:2, pero que obviamente no era ni Simón Pedro, ni Tomás ni Natanael. De manera que ha debido ser o uno de los hijos de Zebedeo (pero no Santiago, quien al poco tiempo sufrió martirio) o uno de los otros dos discípulos no mencionados por nombre. 

Como he demostrado en un ensayo reciente, lo más probable es que “el discípulo a quien Jesús amaba” deberá comprenderse como un expresión de modestia del autor, similar a la palabra “pienso” en el último versículo del evangelio (Juan 21:25). Esto, así como la práctica del autor de hablar de sí mismo en tercera persona singular o primera persona plural, mantiene la práctica historiográfica del primer siglo. No hay, por lo tanto, ninguna razón para descartar la creencia original, sostenida por la iglesia a lo largo de la mayoría de su historia, que el autor del evangelio según San Juan fue el apóstol Juan, el hijo de Zebedeo. 

Para mayor profundización en este estudio, vea los escritos del Dr. Köstenberger en inglés: “Introduction to John’s Gospel” y “Early Doubts of the Apostolic Authorship of the Fourth Gospel in the History of Modern Biblical Criticism,” Capítulos 1 y 2 en Studies in John and Gender; Capítulo 1 en Encountering John; John (BECNT), pp. 6–8; y “ ‘I Suppose’ (oimai): The Conclusion of John’s Gospel in Its Literary and Historical Context,” en The New Testament in Its First Century Setting (ed. P. J. Williams et al.; Eerdmans, 2004), 72–88.